No es ningún secreto que los cambios de estación o de temperatura afectan negativamente a los vehículos. El invierno es seguramente la época más dura para los automóviles por distintos motivos, principalmente “las intensas lluvias, la nieve o el frío”, como cuenta Pablo Fernández Aragón, responsable del taller en Gijón Talleres Santo Domingo.
Tal es el asunto, que la Fundación Mapfre publicó recientemente una pequeña guía que trata sobre las principales averías mecánicas que tienen lugar durante el invierno. En este estudio, destacan por encima del resto el problema con las baterías, los alternadores o los calentadores.
De hecho, las baterías son la pieza del coche que más sufre con las bajas temperaturas durante el invierno. El motivo no es otro que la pérdida de su capacidad de carga bajo situaciones de frío. Este hecho se acentúa todavía un poco más cuando las baterías tienen ya cierta antigüedad. A partir del cuarto o quinto año, es posible padecer inconvenientes serios, incluso dejando de funcionar por completo.
Para Pablo Fernández Aragón, responsable del taller en Gijón Talleres Santo Domingo, la batería juega un “papel fundamental en todo vehículo”, ya que es el elemento responsable de “conservar la energía que nuestro coche necesita para arrancar”, pero no solo eso, sino que también “alimenta al resto de sistemas eléctricos”.
Es por ello que, según la publicación de la Fundación Mapfre, habrá que vigilar su buen estado en todo momento. Así, al primer problema para arrancar habrá que acudir a un centro especializado donde se podrá llevar a cabo una revisión, una carga o una sustitución, dependiendo del caso.
Pero las baterías no son las únicas piezas que pueden sufrir problemas graves durante el invierno. Los calentadores también pueden presentar algún tipo de inconveniente, principalmente en los automóviles diésel.
Del mismo modo, los alternadores también podrán presentar problemas, ya que durante el invierno tendrá un extra de trabajo para poder mantener la batería cargada durante su funcionamiento.
En último lugar, los motores de arranque también podrían verse afectados por las bajas temperaturas propias de esta época del año.
Para evitar sorpresas desagradables, los especialistas del sector aconsejan realizar revisiones periódicas. De esta manera, gracias a la intervención de profesionales, se puede asegurar que un automóvil esté perfectamente preparado para afrontar las inclemencias meteorológicas que suelen darse en invierno en las carreteras españolas.
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